DELINCUENCIA
JUVENIL Y CONTROL SOCIAL.
Una aproximación crítica desde los
discursos del Derecho y los mecanismos de exclusión social
Por Cristina Jiménez.
Por regla general los períodos de crisis social,
económica y política han adquirido un tinte apocalíptico y definitorio para los
observadores en ellos involucrados. Actualmente no suele haber controversia
alguna respecto a que está sucediendo un proceso de profunda crisis social,
política, económica y cultural. Pero el
término “crisis” suele ser ambiguo. Tomado originalmente de la práctica
de la medicina en donde remitía como significado a un cambio en el estado del
enfermo, se ha convertido en una noción lo suficientemente polémica como para
adquirir significaciones diversas y hasta encontradas si tenemos en cuenta que
puede implicar tanto un sentido de transición como de corte y ruptura, puede
ser tanto un concepto analítico como una valoración, o puede entenderse como un
momento de liberación y estallido de las contradicciones que ya estaban en
conflicto o como un mecanismo de reajuste del equilibrio social.
Periódicamente en su sentido original, en la medicina, crisis significaba
resolución mientras que en nuestra percepción general significa lo contrario:
indecisión. Si se puede “medir” la crisis por indicadores tales como el
empeoramiento en las condiciones generales de vida (desocupación, conflictos
sociales, etc), o por el imperio de la anomia (incremento de conductas
transgresoras y delitos), no hay duda de que uno de los aspectos que implica la
noción de crisis, a saber la presencia de una perturbación, se cumple y en demasía. Respecto a las causas, la
naturaleza y la perspectiva evolutiva de esta crisis es materia de debate en lo
que hace a su comprensión, y de actos y conductas para las instituciones y
sujetos sociales según sean sus intereses.
Es nuestra intención en estas notas referirnos a
cuestiones referentes al incremento de delitos violentos contra la propiedad y
las personas cometidos por jóvenes y adolescentes, la categorización que se
hace desde el Derecho y el sistema legal, así como desde el campo de las
ciencias sociales que, en este caso, se configuran como un entorno productor de
discursos para-jurídicos y la
respuesta institucional del Estado (la policía, la ley y el sistema penal).
Está claro, según las consideraciones hechas al comienzo, que el incremento de este tipo de delitos es una de las
expresiones del aumento de los delitos generales de todo tipo, expresión, por
otra parte, de esa anomia generalizada y de la crisis social de conjunto. De
manera que si se pretende una comprensión mas o menos cabal de esta
problemática hay que remitirse a ese contexto general que la envuelve.
Consideraciones al respecto se hizo en otro lugar y forma parte de una investigación
en curso,
ahora vamos a acometer algunas aproximaciones a la cuestión del control social,
el sistema de justicia (el sistema penal) y la vulnerabilidad social (problemas
de identidad y subjetividad) en los grupos de jóvenes delincuentes.
Investigadora en
el Centro de Investigaciones Sociológicas. Facultad de Derecho. Universidad
Nacional de Tucumán.(ARGENTINA)
fuente: http://www.eltiempo.com/noticias/delincuencia-juvenil
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